Todos sabemos que los Demócratas han armado un caso contra Donald Trump basándose en un informante anónimo, según él y la líder del Congreso Nancy Peloci, Donald Trump pidió que investigaran al exvicepresidente Joe Biden y a su hijo Hunter Biden por supuesta corrupción de Hunter Biden en una empresa de gas en Ucrania, una exrepública de la antigua Unión Soviética.
Según el informante, Donald Trump uso los beneficios de ayuda militar que se le habían aprobado a Ucrania como moneda de cambio, pidiéndole al presidente ucraniano que le investigara al hijo del exvicepresidente Joe Biden por el delito de corrupción; en una llamada telefónica desclasificada por la Casa Blanca se pudo oír al presidente Donald Trump decirle a su homologo ucraniano que Joe Biden había comentado que detuvo una investigación contra su hijo Hunter, pero nunca se comprobó que el presidente le dijera que ese favor estaba ligado a la ayuda militar concedida a Ucrania.
Analizando los eventos sucedidos, se puede notar que todo sale a la luz en un momento crucial, primero, porque las primarias Demócratas estaban en su apogeo, segundo, porque los precandidatos no le están dado batalla a Trump y tercero, por el temor de que todo se puede perder ante un Donald Trump fuerte y respaldado por una sólida base Republicana.
Hablamos de tes posibles causas para que el Partido Demócrata pudiera planificar una estrategia desesperada y radical, retomar la idea del «Juicio Político» contra el presidente Donald Trump.
Ahora, si a esas tres causas le agregamos que el presidente Donald Trump no ha tenido dificultad para conseguir donaciones que financien su campaña de reelección y los Demócratas están contra la pared, justifica de cierta forma un heroico plan de destrucción, sabemos que una campaña política contra un presidente en ejercicio de su cargo es muy costosa y el peligro de no ganar la Casa Blanca es muy grande, pues la idea de usar el presupuesto que el estado le otorga al poder legislativo en función de sacar al presidente de su camino es una muy brillante idea, claro, hay que reconocer que los Demócratas están quemando sus naves, si esto no le funcionara, no solo el Partido Demócrata perdería las elecciones, sino que pudieran meterse en problemas legales.
Todo esto nos lleva a otra pregunta, … ¿estaría dispuesta la líder de la mayoría de la cámara baja, Nancy Pelosi, a destruir su legado sin tener una puerta de escape o la garantía de no ser incinerada por un congreso en manos de los Republicanos? Creo que no, hay alguien muy poderoso detrás de todo esto, no creo que un soplón anónimo pueda tener la fuerza requerida para echar a andar la máquina de moler carne sin que ella misma lo muela también, normalmente eso de salir a la luz ya hubiese sucedido, pero quizás no hay un soplón anónimo y hay un complot detrás del escenario, démosle paso a la pregunta más inquietante, si hay un cerebro dirigiendo la obra, ¿quién pudiera ser?
Para eso es necesario pesar a cada uno de los posibles enemigos políticos de Donald Trump, algunos de esos enemigos han pasado más allá de ser solo políticos:
Pudiéramos comenzar por los precandidatos Demócratas, hay dos con más posibilidades, Joe Biden por estar en medio del problema y querer que Donald Trump pierda el poder político, hay que entender que una de las maneras de defenderse es atacando y Joe Biden pudiera estar involucrado en algo grande, no digo que lo este, pero hay muchas pistas que lo llevan a que Hunter Biden, su hijo, pudo estar metido en algo sucio, aunque no creo que tenga todo el poder para mover esta maquinaria, el otro seria Bernie Sanders, aunque este Senador Demócrata puede tener amigos poderosos, de esos que les encantaría ver que a Estados Unidos le sucediera algo de carácter radical y nos referimos a sus entrañas ideológicas, para mí lo dejo fuera de esto, porque Bernie Sanders tiene poca pista para recorrer y su perfil psicológico no encaja en esta maraña, así que voy a olvidarme de los Precandidatos y voy en busca de peces más grandes y pesados, de esos que tienen dientes grandes.
A la distancia me llegan a la memoria algunos pesos pesados del propio Partido Republicano, como los precandidatos en las elecciones de 2016, Donald Trump se ganó algunos malhumorados enemigos que, si pudieran ponerle el zapato encima, lo aplastarían como a una cucaracha, pero ya eso está muy lejos de nuestros días y no hay un incentivo latiendo, creo que si algo malo le sucediera a Donald Trump no perderían la oportunidad de brindar con un buen Martini, pero solo eso.
Quienes calificarían para ser perfectos informantes anónimo , uno, el expresidente Barack Obama y el otro la exsecretaria de estado Hilary Clinton, es muy arriesgado para mi computadora decir esto, aún tengo el mismo antivirus que me ofrece Windows 10, pero las cosas son como son y no puedo hacer lo mismo que esos que ganan decenas de miles de dólares al año para escribir lo que esperan que escriba, yo lo digo porque me divierto jugando a quemar hormigas, yo soy la hormiga.
Quisiera que alguien me aclare, estaré equivocado al pensar que cualquiera de estos dos rinocerontes del Partido Republicano, pudieran hacer todo lo que este a su alcance para que Donald Trump se trague el trapeador de limpiar el baño, creo que no, de todos modo es muy probable que jamás sepamos la realidad y eso lo sabremos cuando lleguen al Senado de los Estados Unidos, los Demócratas saben que ese juicio político tiene que acabar rápido y sin muchas investigaciones, está en peligro la familia Biden y quien sabe si alguien más.
