Con la ayuda de CiberCuba y otras fuentes en internet he podido recopilar algunas imágenes y datos que estoy seguro que muchos en Cuba no han tenido ni idea, de que, cosas así pudieran suceder a la cara de un país donde Raúl Castro dijo en cadena nacional (discurso), «No permitiremos que nadie se enriquezca».
El negocio que han escogido los descendientes de las familias más recalcitrantes de la Sierra Maestra la inmobiliaria y mira que negociazo tiene, estoy seguro que no son casas hechas por la micro brigada, son mansiones con pisos de mármol y maderas preciosas, apuesto que son mansiones expropiadas a los capitalistas que ellos tanto criticaron.
Para comenzar vamos a mencionar la más poderosa gema de esta colección, nada más y nada menos que la nieta de Raúl Castro, Vilma Rodríguez Castro, hija del General Luis Alberto Rodríguez López Callejas y de Deborah Castro, una de las hijas de Raúl y Vilma Espín, es por, además, hermana de Raúl Guillermo Rodríguez Castro (El Cangrejo), habitual en actos públicos a donde asistía en calidad de guardaespaldas de su abuelo, Raúl Castro.
Primero diremos que al general López-Callejas se le conoce como el cerebro financiero de la familia Castro, dirige GAESA, el grupo empresarial de las fuerzas armadas que controla todo lo que huela a divisas libremente convertibles.
El General López-Callejas fue el que comenzó el proyecto de inversiones en el Puerto del Mariel, un lugar que está medio muerto, luego de los problemas con Lula Da Silva y los escándalos de Odebrecht.
Bueno, comencemos con esta investigación, resulta que Vilmita es dueña de posiblemente más de una propiedad en lugares muy escogidos en La Habana, mencionaremos una mansión que se encuentra en el reparto Miramar, exactamente está ubicada en la calle 20 y la 7ma avenida de Miramar (vea el mapa en las imágenes).
La Mansión tiene nombre, «Casa Vida Luxury Holideys» y está en la lista de la agencia Airbnb’s, capítulo de La Habana, en su publicidad dice que está en una posición excelente, que tiene 4 dormitorios, 5 baños y medio, Sala, Comedor, terrazas, piscina con fuente de burbujas y otros lugares de estar.
La mansión se alquilaba a nombre de «Vilma», con una dirección en Panamá, pero, después que el presidente Donald Trump sanciono a todos los negocios que provinieran de las dependencias militares administradas por su padre, Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, decidió cambiar el nombre y usar Anabel con residencia en Madrid, aunque el resto queda todo igual.
Ahora lo mejor, esa mansión de Vilmita, como le dicen sus allegados, se alquila completa, menos la cocina que no está en el contrato y que consta que no es permitida la entrada de los inquilinos, por la modesta suma de $650.00 dólares USA por noche, aunque dicen que el nuevo convenio desde Madrid está en el orden de entre 800 y 1000 dólares, por el cambio de EUROS a USD.
De más está decir que Vilmita gana en una noche por el alquiles de esa casa más de lo que gana cualquiera de esos mequetrefes que pululan las calles en busca de disidentes o Damas de Blanco.
En otro artículo le presentaremos el mismo negocio, pero en la familia de Antonio Núñez Jiménez, todas unas joyitas engastadas con la moneda del enemigo.
