Los estadounidenses somos el nicho, compramos casi dos tercios de todo lo que se fabrica en China.
Estados Unidos (EE.UU) ha ido perdiendo terreno en el mercado internacional, eso no es un secreto, hoy podemos verlo en cualquier país, cada 3 producto que compramos dos son hechos en China y uno en cualquier parte del mundo, incluyendo a EE.UU, el aumento del salario mínimo en EE.UU ha desbalanceado el margen de ganancias promedio global, es decir, para que un producto hecho en USA deje algo de ganancia hay que sobrepasar el costo de producción que incluye ademas del altísimo costo por mano de obra hay que sumarle los impuestos locales, estatales y federales, también tiene que superar el precio de los seguros, no son pocos, hay que tener un seguro para la compensación del trabajador por si se accidenta, uno para que cubra las maquinarias e inmuebles, el seguro del parque, mas un seguro medico por individuo, pero aun no acabamos, tenemos que pagar por la electricidad, agua y reciclaje de los desperdicios, en ocasiones los desperdicios son tóxicos y manipularlos puede ser muy caro, EE.UU es un país de leyes, algunos piensan que todo es como lo quieren hacer ver los compiracionistas de YouTube o las películas fantasiosas de Hollywood, no es así, las industrias son observadas y acosadas por un ejercito de inspectores y organismos ambientalistas que solo esperan por un detalle para multar o clausurar el negocio, es muy fácil competir contra el sistema productivo de los EE.UU, mas si sabemos que los chinos no tienen control alguno, sabemos como manipulan sus industrias y también sabemos que los salarios son un chiste, los trabajadores chinos no tienen un respaldo que proteja su salud y mucho menos un control del medio ambiente, eso sucede en muchos países, en especial la India y en otros países de Asia, en este punto ya estamos hablando de casi la mitad del mundo y solo mencionamos a dos países, China y la India.
El mercado de los EE.UU es un premio para cualquier país que quiera vender o invertir, un país con una política de mercado que vende y compra mas en un solo día que la mayoría de los países en todo un año, si, porque el mecanismo para comprar es muy ligero y esta engrasado, el consumidor necesita tres segundos para adquirir un producto, pero el productor norteamericano necesita una eternidad para llegar al punto de venta.
Si descontamos aquellos países que han escogido una política de agresión contra EE.UU y a los países desarrollados del mundo que no la necesitan, el resto del mundo recibe ayuda económica de algún tipo, salida de EE.UU, los convenios comerciales que por décadas se han firmado con terceros países no responden a nuestras necesidades reales, en muchas ocasiones son para tener presencia en alguna parte del mundo, en otra, son con fines políticos, pero la economía no es el punto principal, creo que Donald Trump es el elemento catalizador que se esperaba para cambiar las reglas, nadie quería revolver el domino, sabemos que el partido Demócrata es implacable, no tiene frenos, no les importa si algo va en contra de nuestro país si los resultados pueden ser dañinos al partido Republicano y en especial al presidente Donald Trump.
Donal Trump esta moldeando una masa muy pesada, a ningún otro presidente se le hubiese ocurrido tocar teclas que están dominadas por poderosisimos consorcios económicos, no se trata de agitar a un sector de la población que ni siquiera son ciudadanos de este país y ponerlos a protestar por todo los EE.UU en frente de las instituciones Federales que tienen como función la de proteger las fronteras y la seguridad interna, se trata de cambiar el curso de nuestra política económica, se trata de tener con que negociar, el presidente dijo en plena campaña presidencial del 2016 que la OTAN se aprovechaba del contribuyente norteamericano y afectaba la riqueza de este país, muchos dijeron que ese era el fin para su campaña, pero no fue así, el pueblo norteamericano sintió que alguien lo defendía y los miembros de la OTAN reconocieron que mientras que algunos no aportaban nada, otros se quedaban por debajo del 2% de su Producto Interno Bruto (PIB), diferente a EE.UU que superaba por mucho su 2%.
Mas de la mitad de la población de los EE.UU nunca había pronunciado estas dos palabras juntas «Aranceles Punitivos» y ahora esta en la boca de todos, pero, como ven los trabajadores y las amas de casa esta nueva tendencia en las charlas domesticas, pues bien, creen que Donald Trump esta jugando con sus cartas, el Acero y el Aluminio no son solo dos palabras, son las palabras que están dentro y fuera de todo lo que consumimos, y créeme, somos los mayores consumidores del planeta.
Un impuesto al Aluminio y al Acero que entra por México no representa mucho para EE.UU, pero define una terrible catástrofe económica o una economía estable para México, así que, un muro no es mucho pedir cuando sabemos que tiene dos lados, uno seria de México y el otro lado de EE.UU, el Aluminio y el Acero de México es reemplazable, el Petroleo mexicano es reemplazable, pero nunca México pudiera reacomodar la producción que contiene esos dos productos si le faltara el supermercado Norteamericano para situar su producción.
Nadie me ha dicho que el muro esta en juego, pero Donald Trump no es tonto para dejar pasar esta jugada.
El proximo paso es de los chinos y de todos esos grandulones que andan por China creando empleos y dejando a los nuestros subcritos al Food Stamp, como la Norteamericana «Boeing» y la europea «Airbus» que simplemente desiden hacer sus alas y los interiores de sus aeronaves en China por el bajo salario que les pagan a sus residentes.
El Obrero norteamericano no solo esta de acuerdo con las estrategias que Donald Trump ha tomado, es que estamos esperando con ansias cual es la próxima jugada, si, la jugada de un presidente que esta destinado a hacer grande de nuevo al país que todos daban por estar en el camino de la decadencia económica.