Hay una nueva tendencia en la política de los Estados Unidos, no permitir que el presidente Donald Trump cumpla con las promesas de campaña, pero si eres de los buenos opositores, puedes hacer que el presidente se tenga que defender constantemente por el acoso justificado y respaldado por los medios, para aquellos opositores con acceso al poder, como jueces, fiscales, políticos de ambos partidos con diferencias irreconciliables con el presidente, están en la mejor posición para hacer que al presidente lo puedan enjuiciar y si es posible, hacerlo dimitir.
Esta tendencia no es algo que se puede detener fácilmente, el próximo presidente de los Estados Unidos tendrá que sufrir las consecuencias de esta embestida de la oposición, porque ya sabemos que todo funciona sembrando precedentes.
El director del FBI no se hubiese lanzado a un estilo abierto y populista de no tener unos medios que le rieran las gracias y una oposición tildándolo de héroe nacional, primero por los Republicanos, cuando lanzo un dardo que perjudico a la candidata Demócrata según dice Hillary Clinton, luego por los Demócratas por tener un investigador sin credibilidad haciendo las pesquisas sobre los hackeos Rusos, es evidente que los resultados de no intromisión de los Republicanos en la campaña Demócrata, no serian aceptado por los Demócratas, quienes están predispuestos de que J. Comey es un Republicano que esta ayudando a D. Trump, pues lo que sucedió es que D. Trump le pregunta a J. Comey si esta siendo investigado, de ser así, J. Comey no debería estar haciéndolo, J. Comey respondió que no estaba siendo investigado, eso alargo su vida como Director del FBI, hasta que D. Trump se percata de que esta dentro de una investigación real por posibles nexos con Rusia.
En este punto, J. Comey no debería dirigir la investigación o el tema rusos se alargaría por la eternidad, es mejor que un investigador independiente se ocupe del caso para que los resultados no sean cuestionados y las dudas terminen de una ves y por todas, mientras esto ocurra se podría encontrar un nuevo director para el FBI que no estuviese involucrado en política, porque J. Comey se convirtió en un político al ser parte de los resultados de la campaña por la presidencia 2016.
Se nombro una persona muy bien abalada por su trabajo con el FBI, el anterior director del FBI, el señor Robert Mueller, en buenas manos el caso va con aire en la popa, fue ayer cuando el exdirector del FBI sacó la nariz para respirar y notaron que algo esta sucediendo, el señor Robert Mueller nombro algunos investigadores auxiliares, estos nuevos miembros del equipo son personas reconocidas por ser seguidores de Bill Clinton y Hillary, así como demócratas consagrados y críticos de D. Trump.
Analizando este paso, no creemos que sea una debilidad de Robert Mueller, no se trata de un principiante, es un hombre que lleva el FBI en su sangre y tiene tres jugadas adelante en ese tablero, Robert Mueller entro primero y reviso el plano hasta el horizonte investigado por J. Comey, fue mas allá para ver que había por descubrir, si no encontró una participación de la Campaña Republicana y en especial del presidente D. Trump en los posibles hackeos rusos, entonces es necesario que en el equipo tengan personas con cierto grado de credibilidad entre los Demócratas para hacer las conclusiones, es aquí donde se justifica que Robert Mueller este incorporando testigos que respalden los resultados de la investigación.
Los grandes influyentes en la política estadounidense, de ambos partidos, tienen que salir a recobrar el curso del país, no podemos continuar con este peligroso juego, ahora hay dos fiscales que están locos por sus quince minutos de fama, han encontrado una brecha por donde entrar y tratar de poner sus nombres o sus imagen en un pedazo de la historia norteamericana y no es justo que sucedan cosas así, no podremos detener esta tendencia cuando el daño esta hecho.
